José Ramón Pardo

José Ramón Pardo

Periodista.
Director de Ramalama Music.

José Ramón Pardo no tenía muy claro qué quería ser “de mayor”, por eso se matriculó en Derecho y en Filosofía y Letras. Pero el Periodismo se cruzó en su vida trabajando en una agencia de Publicidad y le atrapó definitivamente, de la misma forma que lo había hecho la música “desde siempre”.

Tras una primera etapa dedicado al periodismo político y cultural, pronto unió su profesión a su pasión y comenzó una trayectoria de más de 50 años.

Nacido en Gijón, José Ramón Pardo se define como “periodista por encima de todo”, aunque su llegada a la profesión no fue vocacional en sus inicios. “Cuando uno es joven”, cuenta Pardo, “no tiene las cosas claras sobre lo que va a ser su vida. De hecho, cuando empecé a estudiar Periodismo estaba matriculado también en las facultades de Derecho y en la Filosofía y Letras. Había trabajado como administrador en una revista de publicidad y aquello me enganchó. Corrí a la Escuela Oficial de Periodismo, me examiné, aprobé y me matriculé”. Por aquel entonces no tenía muy claro en qué terreno quería moverse y, “por cosas del destino”, afirma, “empecé a trabajar en el periódico Madrid, dentro de la sección de Local”.

Tras un breve parón en el que tuvo que cumplir con las milicias universitarias, volvió a Madrid, donde recibió una oferta de Prensa Española, editora del diario ABC y la revista Blanco y Negro. “Me convertí en redactor jefe de Cultura y Sociedad, pero también me utilizaron para cubrir otros eventos como la marcha verde del Sáhara, los últimos fusilamientos del franquismo o para viajar como enviado especial acompañando a los Reyes a países como Venezuela o Arabia Saudita”.

De forma paralela, y “desde siempre”, el periodista comenzó a desarrollar su otra gran pasión: la música. “En mi casa formamos un grupo de rock a comienzos de los sesenta y estuvimos un par de años tocando en festivales y conciertos de aficionados. Nos llamábamos Los Teleko porque dos de los componentes, los fundadores, estudiaban Ingeniería de Telecomunicación. Cuando acabaron la carrera desapareció el grupo, donde llegó a ser cantante mi primo Juan Pardo, que luego ha hecho una gran carrera. Luego estuve unos años siguiendo muy de cerca lo que salía. Y cuando entré en Prensa Española, ya en el 66, empecé a escribir sobre discos y música, pero sin cobrar nada por ello. Era simple afición, que me fue dando un cierto nombre y con el tiempo devino en profesión”.

No fue un momento concreto, pues desde el principio dedicó sus ratos libres a la información musical compaginándolo con su trabajo como redactor jefe. Pronto le llamaron de Radio España para que hiciera un programa sobre música folk… después tocó a su puerta Radio Peninsular y finalmente el periodista Pedro Erquicia le propuso encargarse de la información musical en Informe Semanal, el histórico programa de TVE.

“De pronto”, relata Pardo, “me vi rodeado por la música pero sin dejar mi trabajo básico, que era el de Prensa Española. Entonces a aquello se lo llamaba despectivamente ‘pluriempleo’. Ahora lo llaman ‘multimedia’ de forma elogiosa. Así es la vida”.

José Ramón Pardo explica que “me encontré de golpe en un territorio dominado por ‘vacas sagradas’ de la prensa y la radio que lo defendían a muerte”. Aquello supuso mucho trabajo, mucho concierto, mucha salida nocturna para escuchar lo que estaba de moda pero, en sus propias palabras “ya dice el refrán que con gusto, hasta se sobrellevan los picores de la sarna”.

 

De todos estos años guarda magníficos recuerdos: “Una de las ventajas de esta profesión es que conoces de cerca a cantantes y autores a los que siempre has admirado. Soy poco pesado para los artistas. No me gusta ‘pegarme’ a ellos y atosigarles. Pero he tenido muy buenos contactos, e incluso amistad, desde sus comienzos con gente que luego ha sido muy grande. Léase Patxi Andión, Joan Manuel Serrat, Brincos, Julio Iglesias, María Dolores Pradera, Víctor Manuel, Mari Trini. Y en los años en que creé y dirigí Radiolé, con artistas de la copla como el gran Juan Valderrama, Lola Flores o Manolo Escobar. De los internacionales, aunque he conocido a muchos, mis ídolos siguen siendo Elvis Presley, Ray Charles y Buddy Holly”.

Y, si algo le ha proporcionado su dilatada experiencia en el ámbito musical nacional e internacional, ha sido una exacta visión de la industria musical de nuestro país. De hecho, actualmente dirige el sello musical Ramalama Music, dedicado a la recuperación de la historia sonora de la España del último medio siglo. Sobre la evolución de este mercado, Pardo opina que “ahora no existe industria musical. Existe mucha y muy buena música, pero aquellas compañías discográficas que se ocupaban de un artista desde su lanzamiento hasta su retirada, han dimitido de esa responsabilidad. Ahora cada uno lucha por su cuenta. Tres grandes multinacionales acaparan el 95 por ciento del mercado y en el 5 por ciento que faltan nos movemos varios miles de microempresas, buscando hueco. Es mucho más emocionante pero, a la vez, más estresante”.

Y junto a la evolución de la industria, es inevitable hablar sobre los cambios en su terreno profesional. Pardo reconoce que “es difícil sobrevivir en estos momentos en el mundo del periodismo musical. Han desaparecido casi todas las publicaciones de papel. Las que sobreviven suelen estar ligadas a otros medios como radios y televisiones y están mediatizadas por los intereses de éstos. Pero siempre queda el mundo digital donde sobreviven algunas muy importantes, como Efe Eme, y luego están los blogs donde se encuentran verdaderas perlas”.


Para él, la clave de su éxito profesional se encuentra en la honradez y en la sinceridad. “Sobre todo, honradez y sinceridad. Nunca me he dejado llevar por otro criterio que mi gusto personal. Tanto cuando he escrito críticas sobre los discos que se iban lanzando o los conciertos que he visto en muchos países, como en mi actividad programando canciones en aquellos años en que he dirigido cadenas musicales de Radio”.